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Enamorarse de una cincuentañera


La publicidad y el marketing utilizan cuerpos y rostros jóvenes y lozanos para vender sus productos. Incluso cuando nos venden cremas antiarrugas, la piel sobre la que se extienden está tan tersa que dan ganas de llorar de envidia, ni hablar de las muñecas perfectas que claman por tal o cual producto para adelgazar y una se queda pensando de dónde van a adelgazar qué bueno… 
Lo bueno es que una vez doblado el codo de los cincuenta, una mujer tiene la sabiduría necesaria como para reírse de cómo se supone que es el mundo y disfrutarlo tal y como se presenta. Con la menopausia no llega el ocaso de las mujeres, muy al contrario, enamorarse de una mujer de cincuenta tiene muchas ventajas obvias y otras más ocultas. ¿Quieres saber por qué deberías empezar a tener otro target en tus conquistas si aún no intentaste seducir a una dama de esta franja etaria? 
Fíjate en la lista a continuación y prepara tus mejores galanterías para tu próxima cita. Y si eres mujer, muéstrele la lista a los hombres que conoces, a ver si así cambiamos la pasión que parecen tener algunos por conquistar sólo jovencitas.
Por qué la mujer mayor de cincuenta años es un buen partido:
1.- Una mujer de esta edad, si tuvo hijos, ha terminado con la crianza de los niños, o por lo menos con la parte más esclava. Serán preadolescentes, o más, y ella habrá organizado su vida de forma tal que cuenta con tiempo libre e independencia. No espera que hagas de “papá” de sus retoños, está buscando un compañero, no un sustituto parental.
2.- Después de los cincuenta años, las mujeres ya definieron su carrera y su situación económica, quien más quien menos está organizada con una solvencia financiera que le permite estar más relajada y disfrutar del tiempo libre y el placer con un hombre.
3.- El riesgo de embarazo es nulo o muy escaso. Una vez superados los posibles síntomas de la menopausia, ellas se sienten libres de disfrutar del sexo como nunca. Muchas desean vivir lo que nunca hicieron antes, otras gozan sin tapujos de todo lo que aprendieron en más o menos treinta y cinco años de actividad sexual. ¿Te vas a perder todo ese conocimiento práctico?
4.- Las mujeres de más de cincuenta no tienen cuerpos perfectos, piel tersa o un vientre plano. Su historia de vida ha marcado cada una de sus arrugas, la flacidez de sus senos o esa barriguita que supo alojar algunos bebés. Pero, con ese mapa de años escrito en la piel, también viene la seguridad de quiénes son y qué pueden hacer. No hay nada más sexy que una mujer que pisa fuerte y está cómoda en su piel.
5.- Si disfrutas de una buena conversación, ya sea de política, cultura o cualquier otra cosa, las mujeres de más de cincuenta han vivido lo suficiente como para no abrir los ojos como platos cuando oyen nombrar a los Beatles.
6.- Ellas han aprendido mucho, y entre las cosas que dominan con maestría está el hacer gozar a un hombre en la cama. Han probado y experimentado todo o casi todo, así que no se van a asustar con una propuesta descabellada y, desde luego, no se van a quedar mano sobre mano esperando que te encargues de todo. Ellas sí conocen lo de señora en la calle y p**a en la cama.
7.- Que tengan más de cincuenta no quiere decir que se hayan vuelto inválidas. Desde golf a equitación pasando por las runners o las locas del trekking. Ellas, hoy, siguen en forma.
8.- Una mujer de más de cincuenta ha desarrollado un sentido de la empatía, la comprensión y la ternura que las más jóvenes aún no tienen. Si es hora de escucharte, ellas lo harán con genuino interés. Están abiertas a no prejuzgar y mantienen muchas de sus expectativas intactas, por lo que no dudarán en animarse y enrolarse contigo en una nueva aventura.
9.- Una mujer de cincuenta o más no piensa que ya estás mayor para determinadas cosas. Entendieron hace rato que cuando te miras en el espejo sigues viendo el joven que fuiste, solo que tu cuerpo está un poco más gastado.
10.- Por eso, porque las mujeres de más de cincuenta se aman como son. Cuando se enamoran de ti, no buscan que seas perfecto, sino que puedas disfrutar con ellas todo eso que tienen para darte, que es mucho y placentero.

Fuente: vivafifty

La nueva vida activa de los de más de 50


El ocio es la madre de todos los vicios. Pero es una madre y hay que respetarla", decía Ernesto Esteban Etchenique, un aforista que salió de la imaginación del escritor y humorista rosarino Roberto Fontanarrosa.
El aforismo podrá aplicarse a muchos contextos, pero definitivamente no al Japón del último año, que protagoniza la segunda mayor expansión económica desde la Segunda Guerra Mundial. Desde 2012, la población económicamente activa del país asiático bajó en 4,7 millones de personas, por el avance de la edad promedio de la población en el territorio más envejecido del mundo. Sin embargo, contra todos los pronósticos de los economistas y desafiando su propio destino, en ese lapso el país incorporó 4,4 millones de personas al mercado laboral, tiene un desempleo en mínimos históricos y fue la economía de la OCDE que, en proporción, creó más puestos. Las mayor parte de los nuevos trabajadores tiene más de 50 años (para ellos, tanto el gobierno como las empresas están promoviendo cambios drásticos en sus políticas). También hay amplia presencia de mujeres e inmigrantes.
Durante años, los economistas hablaron de una "japonización" como sinónimo de estancamiento, en buena medida relacionado con la creciente proporción de ciudadanos adultos que debía solventar la población económicamente activa. Se trata, al día de hoy, del único país donde los mayores de 60 representan más de 30% de la población total. Pero para 2050 62 países ya habrán alcanzado esa proporción (incluida China), y en ese año se estima que será España el país más "viejo" del planeta, debido a la combinación de caída abrupta de tasa de natalidad y extensión del promedio de vida.
La expansión y la vitalidad de la economía japonesa son una muestra de que el vector demográfico, que según la tecnóloga australiana Kate Crawford es el huracán de cambio más predecible (los otros tres son el tecnológico, el de efectos climáticos y el de los populismos conservadores a nivel político), en realidad no lo es tanto, y que el manual de la "transición demográfica" de los economistas se reescribe día a día.
En un mundo en el que en 2030 (no falta tanto) los primeros millennials cumplirán 50 años, la economía -tanto a nivel macro como en la esfera empresaria- se replantea su relación con los mayores de 50. Para muchos, la "japonización" de la economía global no será necesariamente una carga, sino que la ven como oportunidad y están dejando de asociarla 100% a valores negativos, como venía ocurriendo hasta hace poco. Para el extitular de la Reserva Federal de los Estados Unidos Ben Bernanke, "no hay un factor tan disruptivo para las próximas décadas en la economía global en su conjunto como el envejecimiento de la población".
Su colega el economista Tyler Cowen afirma que, aunque los titulares de los medios le dan mayor protagonismo al advenimiento de los robots para reemplazar empleos humanos, desde el punto de vista económico resulta mucho más relevante discutir cómo integrar mejor a los mayores de 50 al mercado laboral del futuro, con sus amenazas y oportunidades, en un contexto en el que la medicina ya está logrando que una proporción cada vez más grande de la población pase más décadas en situación de plenitud física y cognitiva, y muchos trabajadores de más de 60 están en su mejor momento de la carrera laboral.
Solo un dato ayuda a dimensionar la entidad del fenómeno: en términos absolutos, la "economía de la longevidad" hoy es más grande que cualquier PBI del mundo, con excepción de los de EE.UU. y China.

Una ventana de una década

Desafíos y oportunidades macroeconómicas (por la transición demográfica) se titula una reciente investigación del economista argentino José Fanelli, tal vez el académico de esta disciplina que más viene estudiando el tema para la Argentina y América Latina.
Según destaca Fanelli, el país disfruta de lo que se conoce como "ventana de oportunidad demográfica" (VOD), con una población relativamente joven y en su máximo de proporción de oferta laboral sub-50. La ventana se cerrará en 2030, junto con el advenimiento de los primeros millennials cincuentones.
Para el economista, hace rato ya que el país goza de un doble "bono demográfico", por la pirámide poblacional propia y porque las naciones más pobladas del mundo demandan lo que la Argentina más produce (alimentos). Ante este dato, el no crecimiento de la economía local desde 2011 luce más alarmante aún. Hay 11 años, dice Fanelli, "para hacernos ricos antes de llegar a la edad adulta", como pudo hacer Japón. Por eso, la historia de la isla asiática no es directamente extrapolable a las economías de América Latina.
"El rol de las personas de entre 15 y 64 años deriva su importancia del hecho de que en nuestra sociedad las decisiones reproductivas, las de participar en el mercado de trabajo, las de actuar como empresarios, las de ahorrar y las de tomar o brindar financiamiento son tomadas por personas adultas en edad activa. Además, sus ingresos constituyen el grueso de la base tributaria, por lo que su conducta determina el espacio fiscal disponible. Por lo tanto, si la proporción de adultos varía es esperable que haya cambios en los mercados laboral y financiero, así como en el espacio fiscal", explica Fanelli.
Para el profesor de la UBA y de la Udesa, todas las políticas fiscales y macroeconómicas actuales deberían tener en cuenta estos factores intertemporales, dado que, con la transición demográfica, "el supuesto de que el futuro repetirá el presente no es bueno".
Pero esto raramente ocurre, porque los incentivos de política económica son de corto plazo, mientras que, como dicen los académicos de este campo, "los fenómenos demográficos son como ver crecer el pasto" (por lo lentos).
Los datos más recientes del "mapa senior" en la Argentina están en un trabajo que realizó la Dirección de Estadísticas Laborales del Ministerio de Producción y Trabajo, publicado meses atrás y titulado Jóvenes con mandato cumplido. Allí se da cuenta de que el 70% de los argentinos de entre 50 y 64 años trabaja (son 4,2 millones de personas), aunque la tasa de cuentapropismo es de 27%, considerada elevada si se la compara con la del 17% del segmento de personas de 15 a 49 años. El principal motivo: la discriminación por edad ("viejismo" o "edadismo") por parte de las empresas.

Cinco generaciones

El "combo X-M" es un término acuñado por Sergio Kaufman, presidente de Accenture, para aludir a un imperativo corporativo propio de esta transición demográfica: la necesidad de lograr buenos ensambles entre los trabajadores de la generación X (mediana edad y adultos) y los millennials. Es una etapa que el capitalismo nunca conoció: la de la convivencia de hasta cinco generaciones de empleados en una misma empresa.
De acuerdo con un reciente reporte del World Economic Forum (WEF), "la mayor parte de las conversaciones [sobre las políticas públicas y las estrategias corporativas frente al envejecimiento de la población] gira en torno a un 'problema que debe ser resuelto'. La conversación no puede girar en torno a cómo evitar una crisis; debe reorientarse a cómo tomar ventajas para los individuos, organizaciones y países".
El WEF armó un índice de 57 países para medir el grado de preparación de sus economías frente a la transición demográfica. Por lejos, el principal obstáculo que detectó el estudio fue el de los prejuicios de los formadores de empleo para tomar trabajadoras y trabajadores de más de 50. "Es un problema generalizado tanto en países de ingresos altos como en los de ingresos medios y medios-bajos. Se ve a los empleados adultos como menos eficientes, intratables, refractarios a la tecnología y al cambio -sostienen en el WEF-, cuando en realidad son la generación más comprometida con su empleo, que muestra más motivación y madurez emocional para tomar mejores decisiones".
Tampoco es cierto que los adultos sean una categoría con más riesgos de ser reemplazados por robots y tecnología (el riesgo está distribuido parejo en todas las edades, según indica un estudio de 2017 de Accenture). El Centro de Stanford para la Longevidad encontró que las personas de más de 60 años en las empresas tienden a estar más satisfechas con sus trabajos, "desarrollan un mayor sentido de la ética y la lealtad, contribuyen más a la cohesión del equipo y les importan menos sus avances personales".

Destino Clint Eastwood

Aunque con las políticas públicas y empresarias de cara a la transición demográfica se está haciendo camino al andar, ya hay experiencias en distintos lugares del planeta que apuntan a equilibrar al campo de juego intergeneracional. En China ya son miles las "universidades para adultos" que buscan seguir aprendiendo más allá de los 60 años; Alemania y los países nórdicos están implementando programas a escala masiva de reentrenamiento para adultos cuyas ocupaciones quedaron obsoletas.
"Días atrás, la oficina de regulación financiera del Reino Unido permitió que los fondos de pensión comiencen a invertir en startups, lo cual es una medida interesante de 'puente' entre distintos mundos", cuenta a LA NACION Fernando Vega Olmos, creativo, titular de PicNic y acuñador del término "perennials" para referirse a esta capa etaria. A propósito del vocablo: junto con el crecimiento del fenómeno senior estalló también la creatividad en neologismos, y se habla de "mayorescencia" o "silver economy" -economía plateada, por el color de las canas-, entre otros híbridos.
En Japón, el gobierno mandó funcionarios a estudiar el caso de Ohara, una empresa mediana familiar que fabrica postres y repostería y cuyos dueños se cansaron de lidiar con la altísima rotación de millennials. Pusieron avisos para pedir empleados "solo de 60 años para arriba". La firma tuvo desde entonces su mayor tasa de crecimiento, con trabajadores que, en promedio, tienen 70 años.
Claro que, como en toda visión de futuro, existe una tensión entre utopía y distopía y no todo es color de rosas. La semana pasada, Bloomberg publicó una columna firmada por el economista Noah Smith (una estrella en las redes sociales) titulada "Demasiados estadounidenses jamás podrán jubilarse". La hipótesis: la abrupta caída de la tasa de natalidad y la política restrictiva para la entrada de inmigrantes harán que no haya población suficiente para tareas de cuidados y ni pago de impuestos como para solventar retiros dignos.
Para Smith, aunque algunos ven la mayor tasa de empleados adultos como algo positivo (quieren seguir trabajando en lo que les gusta), otros (él incluido) lo analizan como una debilidad de la economía, con gente de más de 60 que sencillamente no puede darse el lujo de dejar de generar ingresos. Como Clint Eastwood en La mula, película aún en cartel, que a los 88 años debe volcarse a tareas ilícitas ante la bancarrota económica personal.
En la misma línea, otra historia igual de gris circuló en enero por varios medios: en Japón subieron 600% los robos cometidos por mayores de 60 años para ir a la cárcel. No es un fenómeno relevante a nivel de números (hay menos de 5000 personas de más de 60 años en las prisiones japonesas), pero la tasa de aumento se debió principalmente a ancianos que buscan escapar de la soledad y de la pobreza, y vivir en un contexto de interacción social y certidumbre con respecto a "poder comer todos los días y descansar", como aboga el aforismo de Ernesto Esteban Etchenique, el personaje de Fontanarrosa.

Las claves de un cambio

La expectativa de vida crece y los mayores están más activos
11,2%
Argentina
Es el porcentaje de la población total del país que tiene 65 años o más, según los datos publicados por el Banco Mundial; es un índice lejano al de Japón, que llega a 27% (y los mayores de 60 años superan allí el 33%)
8,7%
Dato global
Es la parte de los habitantes de todo el planeta que tienen 65 años o más; la población más envejecida está en Europa y la más joven (en promedio), en los países de África
Fuerza laboral
En Japón, el país más envejecido del mundo, se incorporó un número significativo de personas al mercado laboral: la mayoría de los nuevos trabajadores tienen más de 50 años y también hay una participación amplia de mujeres inmigrantes
Políticas específicas
El país asiático, que es el más envejecido del mundo, promueve cambios drásticos en determinadas políticas para facilitar el ingreso o la permanencia de los adultos mayores en puestos de empleo; organismos como la OIT aconsejan tomar ese tipo de iniciativas
Bono demográfico
La Argentina atraviesa actualmente la etapa previa a que su estructura poblacional empiece a modificarse en forma significativa, con un crecimiento progresivo de la proporción de personas mayores de 65 años sobre el total de habitantes
Fuente: La Nación

Vivir en una comunidad de 50 Plus


Entonces, ¿pueden los menores de 50 años vivir en una comunidad de más de 50?
  • La respuesta corta es sí.
  • Al menos un miembro del hogar debe tener 50 años o más.
  • Hay algunas estipulaciones para la excepción anterior.
Vivir en una comunidad de más de 50 significa que puedes esperar vivir cerca de otros que tienen experiencias de vida similares a la tuya, ya sea que estés jubilado o sigas trabajando.
"Las comunidades de cincuenta y "pico" pueden ser una gran opción para muchas personas", dice April Kozlowski Palomino, agente inmobiliario de Coldwell Banker Residential Real Estate en Winter Park, Florida. "Dentro de estas comunidades, la mayoría de los residentes se encuentran en el mismo lugar de la vida, habiendo formado una familia, trabajó para la jubilación y ahora busca reducir el tamaño de su hogar. A veces, cuando nos mudamos, puede ser difícil conocer gente nueva. En estas comunidades, puede ser fácil encontrar personas con las que tengas cosas en común y nuevas amistades”.
Lo que es más es que las casas unifamiliares siguen siendo una opción de vivienda popular para los adultos activos. De acuerdo con el Centro Conjunto de Estudios de la Vivienda de Harvard, "la mayoría de los adultos mayores son propietarios de hogares unifamiliares, incluidos más de dos tercios de los que tienen 50 años. 64, casi las tres cuartas partes de los que tienen entre 65 y 79 años, y las tres quintas partes de los que tienen 80 años o más. "
Entonces, ¿alguien menor de 50 años puede vivir en una comunidad de más de 50? Primero, hablemos sobre por qué uno quisiera vivir en una comunidad restringida por edad si no tiene 50 años o más. La razón más común es que un cónyuge es mayor y cumple con los requisitos de edad. En otros casos, un niño adulto puede estar en el hogar. Por lo tanto, será un alivio saber que sí, los miembros del hogar que son menores de 50 años pueden vivir en una comunidad de más de 50.
"La mayoría de las comunidades con restricciones de edad tienen dos reglas: que cada hogar tenga un residente de 50 años o más y una regla que agregue una restricción de edad para los miembros restantes del hogar, como un cónyuge, pareja o hijo", dice Palomino. . "Estas (comunidades) comúnmente establecen edades mínimas a los 40 años para un cónyuge o pareja o 18 para un niño."
Palomino dice que hay otra forma en que alguien menor de 50 años puede vivir en una comunidad de más de 50. La Ley de Vivienda para Personas Mayores de 1995 (HOPA, por sus siglas en inglés) ofrece exenciones a la no discriminación en el estado familiar si una comunidad de jubilados cumple con alguna de las siguientes condiciones:
  • Todos los residentes tienen 62 años o más.
  • Al menos el 80 por ciento de las unidades ocupadas incluyen un residente de 50 años o más y la comunidad muestra la intención de proporcionar alojamiento a los mayores de 50 años. Una vez que la comunidad de jubilados cumple con estos requisitos, es libre de crear sus propias restricciones de edad, de conformidad con las leyes estatales. Estas restricciones pueden ser más o menos estrictas que los requisitos de HOPA.
Quiero que mis nietos visiten - ¿Se les permite?
Vivir en una comunidad de más de 50 años no significa que nunca verás a un niño en la comunidad. La mayoría de las comunidades de más de 50 permiten visitas de niños y nietos, aunque estas visitas deben ser a corto plazo.

Cada comunidad tiene sus propias reglas con respecto a las visitas de los niños y generalmente permiten estadías de dos semanas, cuatro semanas o 30 días. Verifique las reglas de su comunidad para que sepa lo que tiene permitido hacer.
"Debido a que las comunidades de adultos requieren que los residentes tengan al menos 50 años de edad, hay una falta de diversidad de edad y es posible que algunos no encuentren atractivo apelar a vivir en una comunidad con personas que son tan homogéneas en cuanto a edad", dice Palomino. "Por otro lado, significa que las comunidades de adultos generalmente son lugares agradables y tranquilos para vivir."
Si anticipa que echará de menos a los vecinos de todos los grupos de edad, considere una comunidad adulta activa ubicada dentro de una comunidad planificada maestra, de modo que estará rodeado de gente más joven en la comunidad mayor cuando lo desee y personas con experiencias de la misma edad mas cerca de casa.
Fuente: Casas nuevas aqui

Los divorcios y los matrimonios pasados los 60


El número de divorcios de personas mayores de 60 años ha pasado de 3.636 en el 2005 a 9.541 en el 2015. Es decir, en diez años han aumentado un 162%. Y si uno se fija en las rupturas de parejas en las que los dos cónyuges están en esa franja de edad, el porcentaje sube hasta el 173%. En paralelo, en ese mismo periodo los matrimonios en los que el novio o la novia pasaba de los 60 han crecido el 101% y el 131%, respectivamente, según los datos del INE.

No son, ni de lejos, el grupo de edad en el que más divorcios y bodas se producen, pero sí en el que más han crecido en la última década (a excepción de las cincuentañeras, entre quienes los matrimonios han aumentado un 155%).
 “Consideramos que las personas de determinadas edades no tienen pulsiones, afectos y pasiones, y no es así; el horizonte vital de las personas se ha alargado y se amplía también la capacidad de mantener relaciones o de romper con aquellas que se establecieron en otro entorno social”.

Las cifras mencionadas incluyen a Rosa, que tras décadas de soltería conoció a Joan y se vistió de novia con 60 años. Y a Joaquim, que a los 64 años decidió romper con su esposa cuando sus desprecios llegaron al punto de no hablarle y dejarle sin comida. También a Jesús, que a los 68 se enamoró de una joven durante un viaje a Santo Domingo; a María (72), que tras enviudar comenzó a coincidir con el soltero del pueblo, ya jubilado, y acabaron casándose, y a Susana, que a los 70 se divorció harta de que su marido se sintiera mayor para todo y nunca quisiera probar nuevas actividades.

Como a cualquier edad

“Lo que ocurre entre las personas mayores es reflejo de lo que pasa en otros momentos del ciclo vital, pero nos sorprende porque parece que la vejez fuera algo descolgado del resto de la vida, como si por tener más años la persona no sintiera como los demás, como si por acumular más tiempo de vida uno no fuera igual a nivel emocional”, que augura que estos cambios de pareja después de la sesentena irán a más porque así ocurre en todas las franjas de edad y porque hay cambios sociales, demográficos y económicos que los favorecen.

Especialistas de diferentes ámbitos hablan de la irrupción de una nueva franja social, la del colectivo en el entorno de los 60 años: personas saludables, curiosas, activas, que llevan una vida razonablemente satisfactoria, independiente, y que, en el caso de las mujeres, vienen decidiendo sobre su vida desde jóvenes (sobre sus estudios, tener o no hijos, su profesión...), y están satisfechas con su estado civil o, si no lo están, no se conforman y procuran cambiarlo. “Es una generación que ha pateado fuera del diccionario la palabra sexagenario o septuagenario sencillamente porque no tiene entre sus planes el hecho de envejecer”, ha escrito de ellos la psiquiatra Graciela Moreschi.

“Quienes ahora entran o están en el ciclo de los 60-70 años tienen un nivel intelectual, una educación y una escala de valores muy distinta a la que tenían las personas de esa edad hace una o dos décadas; son personas que no escuchaban a Shakira sino a los Beatles, y viven con mayor apertura mental”, comenta Manuel Nevado, vocal de ciencias sociales y del comportamiento de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). Y subraya que en materia sentimental, quienes han cumplido los 60 se comportan como el resto de la población: “Si no son felices con su pareja, la dejan, y lo hacen cuando valoran que les merece la pena, que la relación ya ha cubierto objetivos”.
Incidencia en las rupturas y enlaces de mayores de 60 años:
“Ha aumentado la esperanza de vida, hay menos control social, el discurso religioso ha dejado ser un elemento de control de la conducta y la gente se replantea su vida”. 
Los profesionales explican que para algunas personas la posibilidad de divorciarse, desde un punto de vista práctico, llega a esa edad, cuando tienen la hipoteca pagada, los hijos mayores y menos responsabilidades que atender, y como se ven con muchos años por delante, con salud y recursos, no tienen reparos en empezar un nuevo proyecto vital. Otros psicólogos apuntan que haber vivido más y acumular más experiencias hace que los mayores tengan mejores estrategias para afrontar estas situaciones.

Para algunos expertos, una de las cuestiones que más han incidido en el cambio de comportamiento de las parejas maduras es la independencia económica de las mujeres. “Las mujeres que tienen 60 o 70 años son las que se manifestaban en la calle en los 70, las que se incorporaron masivamente al trabajo y a la anticoncepción; no dependen económicamente del marido y tienen mayor conciencia de ser un individuo con libertad de elección”, reflexiona Camil Castelo-Branco, director del máster de Sexología y Salud Sexual de la UB. Enguix cree que muchas de las mujeres que rompen una relación tras más de treinta años de convivencia buscan ejercer esa libertad: 
“Se casaron en un entorno social que las responsabilizaba del trabajo de casa y del de fuera, del cuidado del marido y de los hijos; y ahora a los 60 o 65 se ven liberadas de esas obligaciones y ven que por primera vez pueden disponer de su vida, y quieren un cambio, otro horizonte que el de cuidadoras para los años que les queden por delante”. 
Opina que en el caso de los hombres la motivación suele ser distinta: 
“Muchos (no todos) se miran en el modelo Trump, según el cual un hombre de edad avanzada pero con nivel adquisitivo puede conseguir una mujer más joven para seguir disfrutando de la vida”.

El impacto de la jubilación

La jubilación es a veces el detonante último de la ruptura o del inicio de nuevas relaciones. “Es frecuente que la jubilación desencadene problemas de convivencia con la pareja de toda la vida, porque el matrimonio no está acostumbrado a convivir todo el día ni coincidir en las tareas domésticas, y eso a veces lleva al desencuentro y, si antes aguantaban, ahora, como ocurre a otras edades, se separan”. Los mayores, como el resto, están influenciados por las corrientes sociales que rinden culto al cuerpo y a la juventud y se pueden sentir atraídos por personas más jóvenes, y “con la jubilación tienen más tiempo y libertad para relacionarse con personas ajenas al matrimonio”.

“Las personas no dejan de tener necesidades sexo-afectivas por haber vivido 60 o más años, y pueden cubrirlas con la familia, yendo a merendar con amigos o casándose con alguien más joven”, dice Enguix.  

“Muchas personas explican que buscan pareja para tener alguien con quien compartir y vivir el día a día, porque la soledad, si no es elegida, es muy dolorosa”.

Fuente: La Vanguardia 

ligar online a los 50 años










Enamorarse a los 50 no es tarea fácil, al menos si no sabes cómo. A esa edad, estás soltero por dos razones: te has divorciado o aún no has encontrado el amor. Y todo tu círculo, además, está emparejado y te mueves con la misma gente, con lo que es difícil conocer a personas nuevas y, por ende, posibles amantes.
Por eso las personas de esta edad han decidido unirse a la moda de las apps para buscar pareja. Es una forma fácil y cómoda de conocer posibles ligues con gustos, aficiones y personalidad afines.
Numerosas investigaciones que se han realizado acerca de este tema han demostrado que a casi un millón de personas mayores de 50 años les gustaría ir a sitios de citas, pero no tienen idea de cómo funcionan o qué hay que hacer en ellas para triunfar.
"Los 50 son una edad estupenda para el sexo, pues tienen una vida sexual más satisfactoria que los de 30 y niveles similares a los de 20"
Para cubrir esta necesidad, se ha elaborado una guía para mayores de 50 que quieren ligar online, realizada por la empresa de coaching Debrett y la web de citas Ourtime para maduros.
Cabe destacar que los 50 son una edad estupenda para el sexo, pues tienen una vida sexual más satisfactoria que los de 30 y niveles similares a los de 20, según una investigación de científicos noruegos y estadounidenses en 1.185 hombres de entre 20 y 79 años. Para el estudio, los científicos de la Fundación Rikshospitalet-Radiumhospitalet en Oslo, Noruega, le dijeron a los participantes que completaran un cuestionario para evaluar su satisfacción en varios aspectos de su vida sexual, con una escala de cero a cuatro, en el cual el número máximo representaba una función sexual buena y ningún problema.
Aunque es cierto que los expertos encontraron más problemas de impotencia y disminución del deseo en los hombres más mayores, en la escala de satisfacción general los "cincuentones" obtuvieron un promedio de 2,77, apenas por debajo de los 2,79 de los que tienen 20 años, y por encima de los de 30, que sumaron una media de 2,55 y los de 40, que tuvieron la puntuación más baja: 2,72. Vamos, que si se quiere, se puede.
Tanto si eres de los que liga mucho pero quiere ampliar su espectro, o eres de los que no se come un colín y baja la media, a continuación tienes algunos de los consejos que brinda la mencionada 'Guía para ligar a los 50':

1) Pule tu perfil

La web de citas Ourtime descubrió que el 56% de los mayores de 50 años pone una foto en su perfil de hace diez años para impresionar las posibles conquistas. Esto, que podría parecer una buena estrategia, en realidad es pésima, pues ellas rápidamente se dan cuenta del engaño o se desilusionan en la primera cita.
La guía es clara: la instantánea no debe tener más de un año.
"No tiene sentido tratar de engañar a tu cita si alguna vez esperas reunirse con ella en persona", reza el manual.
"A casi un millón de personas mayores de 50 años les gustaría ligar online, pero no tienen idea de cómo funciona las app"

2) El primer mensaje

Casi dos tercios de los mayores de 50 se sienten menos seguros ahora que cuando eran más jóvenes y casi la mitad de las mujeres dijeron que estaban demasiado nerviosas para iniciar la conversación en la red.
Este manual anima a las mujeres a que den el primer paso. "Haz un primer mensaje alegre y breve, e intenta que sea personal: mencionar algo que te guste especialmente sobre el perfil de la otra persona, así la harás sentir especial". Ojo, el primer contacto es demasiado pronto para insinuaciones, eso lo dejaremos para más tarde.

3) Cuándo pedir una cita en persona

El manual informa que después de cinco mensajes ya "tiene sentido tomar la iniciativa y proponer una fecha" para conoceros en persona. "Adapta la fecha a un interés compartido, como una visita a una exposición". Es decir, que si habéis hablado de que les encanta el rock, por ejemplo, un buen día para ver el concierto de este género, así no tendrán que estar hablando todo el tiempo de ustedes y podrán comentar lo que está sucediendo en ese momento.

4) Cuándo besar

La guía es clara: está bien besarse en la primera cita. "El romance moderno a menudo implica un período de 'cortejo' más breve, así que no sientas que estás poniendo en peligro un futuro serio con esa persona si tus instintos te dicen que debes tirar la precaución por la ventana".
En otras palabras: que no le des muchas vueltas al asunto. Si quedas y te apetece sexo, da el paso. Como se suele decir: no hay nada peor de lo que uno se arrepiente de no haber hecho.

5) Los tiempos de espera

¿Cuánto tiempo hay que esperar para enviar un mensaje después de la primera cita? Este dilema es universal a todas edades.
La guía advierte de que "la demora estratégica no es necesaria" y dice que un mensaje de texto amistoso dentro de las 24 horas de la cita es la norma. Ojo, algo hay que decir, pues el silencio absoluto no es nada cortés.
La Guía es clara, está bien besarse en la primera cita: "El romance moderno a menudo implica un período de cortejo más breve"
¿Y si no te ha gustado? Pues sé franco: "Lo mejor es ser sincero desde el principio y decir cuánto disfrutaste de conocer a la otra persona y si prefieres seguir siendo solo amigos".
El manual incluye un capítulo sobre cómo hacer que el romance se convierta en algo más formal. "Después de tres o más citas, generalmente ya sabrás si quieres o no hacerlo exclusivo". Es decir, si quieres algo serio con esa persona.
Fuente:elconfidencial.com/



Reflexión a los 50 años




Nos enviaron esta reflexión... A Disfrutarla!!..

Cuando era pequeña, pensaba en las personas de 50 años como esas “abuelas” que acompañaban a sus nietos al parque o que iban a comprar a la tienda para enterarse del cotilleo del barrio.

Nunca era capaz de visionarme a mi misma con 50 años.

Pero un día llega. Casi sin pensar… vas y cumples 50.

50 siempre es la mitad. Del precio, del descuento, del tanto por ciento, siempre es la mitad…

He vivido más de la mitad de mi vida. 

He vivido más de la mitad de las cosas que “debería vivir”.

Siempre se dice que la edad es un número y que verdaderamente serás o tendrás la edad que sientas. 

Pero luego la vida te dice: “¡¡qué tienes 50 años!!”

50 años en los que he sido mujer: conociendo a hombres increíbles en mi vida. Con sus grandes mentes, con sus circunstancias, con sus temores, con su buen humor y sobre todo con sus grandes dosis de amor y cariño hacía mi. Hoy, cada uno de ellos tiene su huella en mi corazón y en mis 50.50 años en los que he sido persona: suena básico, pero a veces ser persona es lo único que podemos ser. 

Siento si he ofendido o tratado mal a alguien en cualquier etapa de mi vida, seguramente pensé que en ese momento era lo mejor que podía hacer. He vivido acorde a mis decisiones, circunstancias, valores, enseñanzas y aprendizajes. Creo ser una persona entusiasta, transparente y coherente.

50 años en los que he sido nieta-hija: mi abuela me enseñó con su fortaleza, valor y su gran carácter a no depender de nada ni de nadie, pero sobre todo a ser buena persona. Ella me guía desde hace unos años en todas las decisiones que tomo, porque siempre fue una adelantada a su época. Siempre viva en mi corazón.

50 años en los que he sido sobrina-hija: sin ella mi vida no hubiera sido la mitad de lo que ha sido. Mi tia Milagros siempre ha estado conmigo desde que recuerdo, apoyando mis decisiones aunque no esté de acuerdo con ellas. La hemos modernizado tanto, que hasta a nosotros nos sorprende. Eres una parte de mi.

50 en los que he sido pareja: doy las gracias a mis dos grandes fracasos de parejas por darme los tres grandes motores de mi vida.  De haberme hecho superarme desde el dolor, desde el desdén, pero sobre todo desde el gran amor que les regalé a los dos sin pedirles nada a cambio. Yo fallé… pero aprendí.50 años en los que he sido hermana: desde la lejanía del Atlántico, una de las cosas que más he valorado es haber conseguido recuperar a mis hermanas. Conseguir que la palabra familia con prim@s, tí@s y sobrin@s tome otra dimensión, de estar más cerca que nunca. Que estemos cuando hay que estar, para consolar, amar, reír e incluso llorar. Grandes logros en mi libro de vida.

50 años en los que he sido madre: esa faceta de la vida en la que nada es correcto, ni nada es perfecto. Y por supuesto, soy la madre más imperfecta del mundo. Nunca terminas de ser madre, lo eres desde el momento del nacimiento para siempre, en todo momento, en toda situación. Si cometes un error, no hay marcha atrás, estamos en perfecto aprendizaje, pero merece siempre la pena, porque un abrazo, una sonrisa e incluso un sueño reparador a su lado es la mejor de las recompensas. Los tres motores de mi vida.

50 años en los que he sido profesional: he estudiado, sigo estudiando y seguiré estudiando toda la vida porque dejar de hacerlo hará que me estanque. Soy una privilegiada en trabajar en lo que me gusta, disfrutar trabajando y me reconforta apostar por mi cada día. Mi trayectoria de más 25 años en el mundo profesional hace que tenga anécdotas de todo tipo, pero sobre todo que avalen mi trabajo de hoy. Reforzando mi profesión con coherencia.

Soy de amistades de muchos años, de esas personas que me aceptan y toleran como soy, de las que nos podemos decir las cosas a la cara sin pensar que se enfadará o que te lo recriminará. Mis grandes amigos hoy en día son personas con grandes corazones, con gran pensamiento tolerante y flexible del mundo y de la vida. Cada uno con su especial personalidad y su carácter forman parte de quién soy.50 años en los que he sido amiga: el sentido de la lealtad para mi es tan alto en la amistad, que por eso hay muchos amigos que se han quedado en el camino. He tenido amig@s de todo tipo, desde lo de la infancia, época de estudios, compañeros de trabajo, colaboradores, de las benditas redes sociales, etc… Cada uno me ha dejado un trocito en mi y otros me siguen acompañando para disfrutar de ellos.
Y por último, sabes lo que te digo, la respuesta de la abuela mochilera: «tengo los años que me quedan por vivir, porque los otros ya no los tengo”.

Gracias amiga por tu aporte, qué lindo que nos puedas compartir tu experiencia!. Cada uno de nosotros vivió una experiencia especial al entrar en esta etapa.
Siempre estaremos con este espacio disponible si tenés algún otro comentario o mensaje para nuestro grupo generacional:  Counidad 50 PLUS.



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Revista La Capital Histórica